Morocho es el nombre de este puesto que empieza a cautivar a los neoyorquinos. Ofrece ají de gallina, lomo saltado, anticuchos y más.
En abril pasado La Gran Manzana recibió al primer camión ambulante de comida peruana. Desde entonces, la curiosidad de los neoyorquinos empezó a despertarse. Mucho tuvo que ver el olor de los anticuchos y del lomo saltado recién flambeado. Ese fue el primer paso, lo siguiente fue constatar el sabor de eso que olía tan bien.
Así, poco a poco, Morocho peruvian fusión empezó a ganar fama y hoy según indica una nota publicada en El Comercio, “enamora Union Square”. Los creadores de este concepto son los hermanos Miguel y Rafael Samanez, este último un chef egresado de la Academia Culinaria de California, que tuvo oportunidad de pasar por las cocinas de Michael Symon y La Mar (San Francisco y Nueva York).
Comentan que al día venden entre 150 y 250 platillos y cada vez preparan más. La propuesta es clásica: anticuchos, papa a la huancaína y ají de gallina (US$5). Una hamburguesa a lo pobre (US$7). La novedad llega por el lado del lomo saltado, estos peruanos venden tacos y quesadillas rellenos de nuestro tradicional platillo.
El cebiche es el gran ausente, señala la nota. La Municipalidad de Nueva York prohíbe servir frutos del mar en puestos ambulantes. Se estima que en Estados Unidos existen más de tres mil puestos ambulantes con licencia, estos mueven cerca de US$450 millones al año. La inversión inicial de los Samanez fue de 30 mil dólares y por ahora el negocio, literalmente, marcha sobre ruedas.